Renault 5 GT Turbo Copa: el mejor coche turbo de la época turbo

El Renault 5 GT Turbo Copa se posicionó como uno de los coches más novedosos en la década de los 80, contando con un motor capaz de almacenar hasta 1,4 litros de combustible y desarrollar alrededor de unos 112 CV de potencia a 6.000 rpm.

Seguramente, a día de hoy, puede parecerte un vehículo viejo y con escasa potencia, pero en aquellos años, estos automóviles eran el deseo de todo competidor debido a que su potencia media era inigualable.

No obstante, sufrían cierto retraso en la entrada del turbo, el cual hacía que toda la caballería entrara de golpe. Algunos conductores describieron esa sensación como una ausencia total de potencia, seguida de un brusco subidón de potencia que agarraba a cualquier desprevenido.

¿De dónde nace la terminología turbo?

La palabra turbo proviene, precisamente, de la época turbo que corresponde a los años 80. A nivel estético, eran coches que destacaban sobre el resto debido a su kit de carrocería específico, teniendo un frontal que contaba con un nuevo paragolpes más deportivo, y un bajo con un labio inferior elaborado para desviar el flujo de aire. 

En cuanto a sus neumáticos turbos, contenían unas gomas con una medida de 175/60 sobre llantas de aleación de 13 pulgadas cuyo diseño no ayudaba a una correcta refrigeración de los frenos. Esto quiere decir que tenían tendencia a fatigarse y emitir una sensación de golpeteo. 

¿Cómo es el interior y equipamiento de los célebres Renault 5 GT Turbo Copa?

El interior de este automóvil turbo copa, ha sido, como en la mayoría de los coches de esa época, un espacio gobernado por el plástico duro que, con el paso del tiempo, terminaba envejeciendo. 

Debido a la gran popularidad que tuvo al tratarse de un coche deportivo con notable ligereza, carecía de aire acondicionado y dirección asistida. No obstante, a cambio ofrecía elevalunas eléctricos, cierre centralizado y unos asientos de corte deportivo.

¿Cómo funciona el turbo del Renault 5 GT Turbo Copa?

Este modelo de Renault contaba con unos motores equipados con turbocompresores, tanto en diésel como en gasolina, el cual, aportaba una conducción protagonizada por la turbina y por la recepción de los gases de escape del motor. 

Cuando el motor generaba suficientes gases de escape, que eran provocados de forma directa por el volumen de gasolina quemada, el turbo giraba comprimiendo el aire de la admisión y forzándolo al interior del motor. 

Los turbos, en múltiples ocasiones, fueron llamados sistemas de admisión forzada. Por eso, únicamente funcionaban y generaban potencia cuando estabas constantemente pisando el pedal.

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