El Renault Súper Cinco, como cualquier coche, tiene varios fallos comunes, los cuales deberás tener en cuenta si vas a comprar uno de estos clásicos.
Por otra parte, si ya posees un Súper Cinco, es importante que conozcas cuáles son los puntos débiles, para enfocar la atención en los mismos.
Aquí te detallaremos los puntos débiles más importantes de este clásico, que te serán útiles para empezar con ellos tu plan de revisión y mantenimiento.
Fallos en el turbo alimentador
La potencia del Renault Súper Cinco va directamente relacionada con el turbo. Lamentablemente las condiciones de temperatura a las que está expuesto el turbo hacen que su vida útil sea corta.
Esto se debe a que la turbina que va colocada en el escape del motor está expuesta a las altísimas temperaturas de los gases. Por esta razón, se dañan los cojinetes de soporte de la turbina, deteriorándola irremediablemente.
En estos casos, te tocará visitar el taller para sacar el turbo y reacondicionar cojinetes y turbina, con repuestos nuevos y originales.
Corrosión de la chapa de la carrocería
Muchos usuarios del Renault Súper Cinco han revelado que la chapa del coche no es muy resistente a la corrosión, quizá sea que es más delgada o que el material no haya tenido un tratamiento de galvanizado eficaz.
Es posible que, en el afán de mantener asequible el precio del coche, hayan descuidado la calidad tanto de la chapa como de la pintura.
Por lo dicho anteriormente, es muy probable que te tocará visitar un taller de chapa y pintura, para reacondicionar la chapa deteriorada de la carrocería.
Radiador deteriorado
Todo radiador es una pieza delicada, la cual tiende a desarrollar depósitos internos y mucha corrosión, mientras enfría el agua del motor.
Si vas a restaurar tu Renault Súper Cinco, tendrás que cambiar o adaptar un nuevo radiador. En este sentido, lo mejor es visitar un taller especializado en radiadores.
No deberás pasar por alto el mantenimiento o cambio del radiador, para no poner en riesgo el motor por recalentamiento excesivo.
Juego en la dirección
Es normal que después de muchos años la dirección tenga una leve holgura, la cual puede crear algún tipo de molestias al conducir. Si vas a restaurar tu Súper, tocará atender este problema en la dirección.
Afortunadamente, la solución de este problema se corrige cambiando las gomas de la cremallera. Con este mantenimiento el coche tendrá un control de dirección más preciso y agradable.
Juego en la palanca de cambio
Los continuos cambios a lo largo de los años van deteriorando ciertos mecanismos, los cuales no son muy difíciles o muy costosos de reparar. En el caso del juego de la dirección, bastará cambiar el muelle de tensión o el acople plástico, que está justo debajo de la palanca de cambios.
Pérdida de compresión del motor
Este es un problema común en coches clásicos con muchos años de uso, aunque hayan sido tratados muy bien.
Esto se debe al deterioro de los sellos de los pistones o al desgaste de las camisas del motor. En este caso, te tocará visitar el taller para desmontar y reparar el motor.